El Festival de Cine Latinoamericano Rosario, como la propia cinematografía de nuestro continente, es rico por su historia, pero más aún por su presente y su futuro. Desde sus inicios ha brindado una oportunidad única para conocer el mundo a través de los ojos y el talento de directores latinoamericanos, algunos consagrados y otros formándose en este arte.

Esta edición presenta una selección exquisita de cortometrajes latinoamericanos que constituye un panorama actual de la realización donde resaltan dos características: la diversidad y el cruce. La diversidad como eje transversal que abriga distintas temáticas, estéticas y geografías; y el cruce de géneros como recurso expresivo: documental ilustrado con animación, experimental con recursos animados, la ficción ligada al experimental. Límites difusos que potencian el relato echando mano a otros géneros y lenguajes, desafiando así fronteras expresivas y narrativas. Estas bifurcaciones derriban muros y fronteras, los trasponen y surgen nuevas identidades.

La realidad latinoamericana se manifiesta en largometrajes que muestran sociedades activas, convulsionadas. Las infancias obligadas a crecer de golpe nos impactan con una aventura salvaje en Monos de Alejandro Landes. La épica política se encarna en la figura de un legendario dirigente sindical de los años 60 cuya voz sigue incomodando al Brasil actual en Marighela, ópera prima de Wagner Moura. La impronta de las luchas sociales, sindicales y estudiantiles locales nos llegan a través de Los Rosariazos de Carlos Charly López. El crimen y la violencia que arrasan con las tradiciones se extienden por una particular región colombiana en Pájaros de verano de Ciro Guerra y Cristina Gallego.

Tres películas argentinas reflexionan de manera particular sobre el arte. Punto muerto de Daniel de la Vega es una relectura del policial negro, una evidencia del crecimiento del género fantástico y su proyección a nivel internacional, Los Periféricos, film colectivo, rescata personajes y espacios que se mantuvieron en los márgenes de la cultura oficial; y Soy lo que quise ser de Betina Casanova y Mariana Scaroneun tiene como protagonista a un director y maestro de directores, un amante incondicional del cine como José Martínez Suárez.

Una vez más la sección La memoria en su sitio reflexiona y nos interpela con problemáticas urgentes a través de ¿Quién mató a mi hermano? de Ana Fraile y Lucas Scavino; Baronesa de Juliana Antunes y la muestra de Wayruro Comunicación Popular. Finalmente, la sección Animaraton nos sumerge en Dimensiones animadas de Sergio Armand, un panorama exhaustivo de la animación nacional, en el que Rosario, como destacado semillero de talentos, no puede faltar.

Este 26° festival es una gran pantalla donde la fuerza de lo múltiple irrumpe con una magnitud impactante. Solo hay que animarse y dejarse sorprender en la oscuridad de la sala. Es fundamentalmente, una experiencia colectiva de encuentro y vinculación a través del arte cinematográfico.

Centro Audiovisual Rosario
Secretaría de Cultura y Educación
Municipalidad de Rosario